Por segundo día consecutivo, el Ministerio Público por medio de la Unidad de Casos Especiales del Conflicto Armado Interno de la Fiscalía de Derechos Humanos, continuó con la presentación de medios de prueba que vinculan a un militar retirado y un excomisionado, a una serie de delitos cometidos en la comunidad de Sepur Zarco. El debate oral y público es conocido por el Tribunal de Mayor Riesgo “A”.
La audiencia se ventila en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia, lugar donde presentan testimonios de pobladores que fueron víctimas y testigos de delitos de lesa humanidad, desapariciones forzadas, violaciones sexuales, ejecuciones, torturas, esclavitud doméstica; por parte de integrantes del Ejército de Guatemala, comisionados militares e integrantes de las Patrullas de Autodefensa Civil.
Por este caso, el Ministerio Público busca probar mediante los indicios recabados en una serie de investigaciones, la vinculación de Esteelmer Francisco Reyes Girón, Teniente Coronel del Ejército de Guatemala; con los asesinatos, delitos contra los deberes de humanidad en su forma esclavitud sexual, esclavitud doméstica y violencia sexual y Heriberto Valdez Asij, comisionado militar; por desaparición forzada, delitos contra los deberes de humanidad en su forma de violencia sexual.
Los testimonios
Convencidos que los 34 años de sufrimiento, fueron suficientes para mantener en silencio todo lo que les ocurrió durante el conflicto armado interno, el grupo de pobladores sobrevivientes que oscilan entre las edades de 65 años en adelante y que fueron víctimas de una serie de hechos violentos, decidieron colaborar con las investigaciones que dirige el Ministerio Público y se sentaron esta mañana frente a los integrantes del Tribunal de Mayor Riesgo A, para brindar dar testimonio de todo lo que vivieron junto a sus familiares.
Varios de ellos, relataron los hechos la voz entrecortada y desahogaron sus sentimientos con lágrimas, pero con la certeza de buscar Justicia; uno a uno detallaron los hechos escarbando entre las cicatrices todo el dolor que vivieron en esa época.
“Yo vine simplemente a contar mi historia para que la conozcan y que se haga justicia, yo solo soy un campesino”. “Todo esto que les cuento no es producto de mi imaginación, yo lo viví”. “Cuando me llevaron al destacamento me golpearon, me acusaron de delincuente, mataron a mi hijo”. “Nos llamaban apestosos, nos mandaban a bañar, venía un hombre gordo y luego venían otros más a violarnos”.
Estas son algunas frases de los testimonios que víctimas sobrevivientes del caso conocido como Sepur Zarco, explican en su idioma natal. Apoyados con traductores, durante la mañana de hoy martes 2 de febrero, en los testimonios se escucha como fueron despojados de sus hogares y retenidos ilegalmente por soldados. En su mayoría fueron trasladados al destacamento Sepur Zarco, donde los hombres eran torturados, otros asesinados y las mujeres obligadas a realizar oficios domésticos al tiempo que sufrieron violaciones.
Uno de los testigos, contó que estuvo amarrado por 45 días, tiempo en el cual, no le dieron de comer ni beber agua. Cuando tenía hambre, se tiraba al suelo y con su boca comía monte y cuando llovía tomaba agua de la que quedaba sobre la tierra. “Cuando les pedía agua, llenaban botes con su orina, me abrían la boca y me obligaban a tomarla”, relató.
Otra víctima, explicó como los obligaron a hacer cuatro fosas grandes donde dejaron a varias personas. “A mí me consta, que en una de las fosas había cuatro hombres, no sé de qué comunidad eran, ni por qué los tenían ahí, lo que sí sé, es que todavía estaban vivos”.
Mientras que, al momento la única mujer que ha testificado, contó que, junto a su esposo y cuatro hijos, tuvieron que abandonar su casa la cual estaba situada en un terreno de ocho tareas. Donde además tenían una pequeña tienda y almacenaban maíz que cosechaban.
Pero un día su esposo les dijo que tenían que huir, esa noche cada uno de sus hijos llevó consigo azúcar, aguas gaseosas y otras cosas de la tienda y se escondieron en la montaña. Sin embargo, fueron encontrados por los soldados. Su esposo murió y con los días ella tuvo que regresar con sus hijos al destacamento, pedir perdón para que los dejaran entrar por no tener como sobrevivir.
Durante el tiempo que permanecieron en el lugar, la víctima junto a otra mujer que conoció en el destacamento, fueron obligadas a realizar oficios domésticos y violadas en repetidas ocasiones por varios militares.
La audiencia continuará mañana a partir de las 8:30.
Guatemala, 2 de febrero de 2016.